Crepúsculo de los Dioses: El Despertar de la Antigüedad (Thor)(1)

En los albores del tiempo, la humanidad vivía bajo la sombra de los dioses, seres de poder inimaginable que gobernaban desde las alturas celestiales. Los mortales, en su inocencia, creían que estos dioses eran protectores benevolentes, guardianes que velaban por su bienestar. Sin embargo, la verdad era mucho más oscura.

Los dioses estaban encerrados no en el cielo, sino en una prisión de estrellas, confinados por sus pares más sabios para proteger a la humanidad de sus verdaderas intenciones. Estos seres divinos, aunque magníficos, albergaban deseos y pasiones malignas que amenazaban con consumir el mundo de los hombres.

La historia comienza cuando Thor, el dios nórdico del trueno, logra burlar las barreras celestiales que lo retenían. Con un estruendo que rasgó el firmamento, descendió a la Tierra, una sociedad del siglo XXII que había alcanzado cimas tecnológicas inimaginables para los antiguos.

Thor, acostumbrado a ser venerado, encontró un mundo que había olvidado a los dioses. Las máquinas volaban por los cielos, y la magia de antaño había sido reemplazada por la ciencia. Su llegada fue un cataclismo, un recordatorio de un pasado que la humanidad había decidido dejar atrás.

El caos se desató. Las tormentas azotaron las ciudades con una furia nunca antes vista, y los hombres y mujeres del siglo XXII se enfrentaron a un poder que desafiaba su comprensión. Thor, en su arrogancia, no comprendía por qué no era adorado como en los viejos tiempos, y su ira se manifestaba en cada relámpago que caía del cielo.

Pero no todos veían a Thor como una amenaza. Un grupo de humanos, estudiosos de la antigua mitología, vieron en él una oportunidad para entender mejor el pasado y quizás encontrar una manera de coexistir. Se acercaron al dios con cautela, ofreciéndole un lugar en este nuevo mundo, no como un señor, sino como un igual.

La historia de Thor es solo el comienzo. Su escape marcó el inicio de una era en la que los dioses antiguos, uno tras otro, buscarían su camino hacia la civilización moderna, cada uno con sus propios deseos y planes. La humanidad tendría que enfrentarse no solo a la tecnología y sus dilemas, sino también a los caprichos de seres que consideraban la Tierra su dominio por derecho divino.

Esta es la primera de muchas historias, un relato épico de fantasía que explora el error de la humanidad al idealizar a los dioses, y las consecuencias de enfrentarse a la realidad de su verdadera naturaleza.

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